jueves, 14 de enero de 2010

Cómo Educar en la Fe a nuestros hijos

Hasta hace poco, la formación religiosa de nuestros niños había quedado exclusivamente en manos del colegio o de la parroquia. A estos dos instancias acudían los padres cuando deseaban que sus hijos fueran preparados para los sacramentos de la eucaristía, de la reconciliación o fueran formados en los valores de Jesucristo y de la moral cristiana. Sin embargo, hoy los padres lentamente empiezan a tomar conciencia de la ineludible misión de ser “los primeros y más importantes educadores de sus hijos”. Esta afirmación en que ha venido insistiendo la Iglesia Católica durante estos últimos años está, poco a poco, haciéndose realidad entre los padres que se declaran católicos. Sólo que ante este nuevo desafío se preguntan inquietos y confundidos cómo y por dónde empezar a educarlos en la fe de Jesucristo. Con el propósito de ir ayudando a los padres que, con buena voluntad y auténtico deseo quieren involucrarse en la educación religiosa de sus hijos, queremos entregarles algunas pautas de cómo lograrlo con cierto éxito, sin dejar de afirmar que, es el Espíritu Santo, quien en definitiva, hace brotar las semillas de la fe que nosotros los adultos podamos colocar en el corazón de los niños. Tres afirmaciones fundamentales para tener en cuenta en esta tarea. Educar en la fe no sólo consiste en enseñar al niño a rezar o en leerle la Biblia. Es mucho más que eso. Porque la fe, más que una serie de conocimientos y fórmulas sobre Dios es una experiencia de vida. Educar religiosamente a un niño consiste en acercar a su corazón y a su mente la figura amorosa del Padre, del Creador Todopoderoso, del hijo de María, Jesucristo, Hombre y Dios al mismo tiempo y del Espíritu Santo, presente y actuante en medio del mundo. Pero también educar en la fe es enseñar a apreciar, valorar y agradecer la entrañable comunidad de la familia, las maravillas de nuestro cuerpo, el tesoro que son nuestros amigos, las oportunidades valiosas del trabajo y la recreación, los talentos propios y ajenos, los encantos sorprendentes de la naturaleza, porque todo esto, en definitiva, procede de Dios y son regalos suyos a la humanidad... En segundo término más que los contenidos mismos es importante la forma cómo los entregamos, el clima de afecto, confianza y alegría que sepamos crear alrededor nuestro al hacerlo, de modo que constituya una experiencia rica y significativa para los niños. Todo aquello que se nos ha enseñado en una relación de cariño y confianza permanece para siempre en la hondura de nuestros corazones. Dedicar unos minutos al finalizar el día, por ejemplo, en un ambiente físico de sosiego y silencio, de complicidad amistosa, será propicio para conversar, rezar, cantar, trabajar u observar algún libro o lámina con nuestros hijos. En tercer lugar, la consecuencia de vida en esta tarea de educar, es fundamental para ser testimonios creíbles frente a nuestros hijos. No podemos afirmar o decir algo y hacer lo contrario. El secreto de una buena educación religiosa reside en la autenticidad del ejemplo, en la concordancia entre lo que se dice y lo que se hace. Nuestras palabras podrán olvidarse, y de hecho los niños la olvidan fácilmente, pero nuestros comportamientos no los olvidan. .“Es más importante poner a los niños en contacto con lo que somos que en contacto con lo que decimos”. Este primer número de la revista Evangelizar Educando del presente año nos sorprende en tiempo de Cuaresma y Pascua de Resurrección. ¿Qué conversar o qué les contamos a nuestros hijos durante este tiempo? Sobre el Domingo de Ramos : Este episodio del evangelio, trae elementos concretos que pueden ser de gran interés para los niños y que captan con facilidad : el burrito prestado, las palmas agitadas por la gente que sale de sus casas a recibir a Jesús como a un rey , los gritos alegres y entusiastas, los mantos lanzados al suelo, la sencillez de Jesús que, siendo hijo del Dueño del mundo ,no tiene ni siquiera un asno o camello para hacer su entrada en la ciudad grande de Jerusalén, como lo hacía la gente rica. Este episodio puede relacionarse con la venida del Papa a Chile, y de cómo los chilenos lo recibimos y los homenajes que le rendimos o con otras visitas ilustres que nos han visitado. Sólo que ahora lanzamos papel picado, flores, challa, banderitas en vez de palmas. El Domingo de Ramos que ahora celebramos nos anuncia que Jesús viene como nuestro Salvador y nosotros lo recibimos con aclamaciones y aplausos en el fondo de nuestros corazones. Sobre la Ultima Cena .- Para los niños puede ser muy significativo que Jesús, como todo buen amigo, antes de enfrentar la muerte, quiso despedirse de sus amigos cenando con ellos. Así lo sentirán como una persona cercana, real, afectuosa, que tuvo gestos muy humanos mientras vivió en la tierra. Que tampoco Jesús tenía casa donde celebrar esta cena y tuvo que pedirle a un amigo una sala prestada. Que cenaron verduras, cordero, pan sin levadura y vino. Que esa noche nos deja como recuerdo de despedida eso que ahora llamamos Misa donde El se vuelve hacer presente y nos da el mandato de amarnos unos a otros. Destacar el gesto de humildad de Jesús al arrodillarse delante de sus amigos y lavarles los pies. Comentar que las despedidas son generalmente tristes porque se supone que los amigos se separan y no se verán más por mucho tiempo. . Relacionar con comidas familiares de despedida a algún amigo o pariente porque se va a otro país, o se cambia de trabajo, o se va de viaje. Sobre el Viernes Santo.- El día de su muerte clavado en una cruz. Destacar los momentos más importantes, no los más crueles: el camino de la cruz, Jesús cargando con la cruz sobre sus espaldas, y sus caídas bajo su peso, el momento que consuela a su madre y a las mujeres que lloran en la calle, siendo desnudado delante de todos, luego clavado en el madero, perdonando a sus victimarios y luego entregando su espíritu en manos de su Padre de los cielos. La experiencia triste de la Virgen que ve cómo tratan a su Hijo, tan tristes como las de las madres de hoy que ven a sus hijos morir en la silla eléctrica, o en la guerra, o en los atentados, o víctimas de alguna enfermedad incurable. Sobre la Resurrección .- Jesús murió en la cruz pero como lo había anunciado venció a la muerte y resucitó al tercer día. Elementos que son de interés para los niños: Jesús dejó las sábanas en que habían envuelto su cadáver ordenadamente doblado al resucitar, un grupo de mujeres quisieron visitarlo muy de amanecida, su llanto al creer que habían robado su cuerpo, la sorpresa de la noticia de su resurrección, la aparición de Jesús a la Magdalena, la petición de Jesús a que vaya a la ciudad y cuente lo que ha visto, la alegría de las mujeres y de los discípulos. Con su muerte y resurrección, Jesús nos consigue la posibilidad de resucitar y llegar al cielo y gozar de la presencia y amor de Dios por toda la eternidad. Esta es la fiesta más importante de la Iglesia, el tiempo de Pascua es tiempo de alegría, gozo y esperanza para los cristianos. Aparte de rezar, conversar y comentar estos hechos, otras actividades adecuadas para niños entre 6 y 10 años podrían ser: asistencia a la Misa de Ramos, conservar el ramo en algún lugar destacado de la casa, seleccionar un buen programa de la televisión, visita a una iglesia para contemplar las estaciones del vía crucis, hacer algún acto de privación el Viernes santo como familia (comidas sin bebida, sin postre sin golosinas) cena especial el domingo de Pascua., oración de la noche centrada en el misterio que se celebra etc.- Queridos papás, a través de las páginas de Evangelizar Educando y con la ayuda del Señor espero ir acompañándolos en esta hermosa tarea de educar religiosamente a sus hijos teniendo presente los tiempos litúrgicos que la Iglesia celebra a lo largo del año. Eliana Araneda de Palet

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